Ryoko pilla a Kitazawa oliendo un par de sus bragas mientras se masturba. Al principio resulta chocante, pero también excita a Ryoko, ya que recuerda una aventura del pasado, por lo que decide tocarse mientras ve a su hijastro masturbarse. Kitazawa escucha a su madrastra y deja de masturbarse, pero se da cuenta de que se tocó al ver su polla. Ryoko hace su movimiento y comienza a jugar con su hijastro. La aventura se intensifica hasta convertirse en una apasionada mamada. Ryoko golpea la polla de Kitazawa contra sus tetas y le chupa la polla hasta que se corre para ella.
Kitazawa se despierta en mitad de la noche y encuentra a la preciosa Ryoko, su suegra, en medio de una cachonda sesión en solitario. La vivaz milf asiática necesita desesperadamente una polla, y solo Kitazawa puede satisfacer su ansia, por lo que tendrá que complacer en secreto a su suegra hambrienta de pollas, algo que él también lleva deseando mucho tiempo...
