Trabajar en un restaurante no es fácil. El equipo de cocina se calienta, los pedidos se acumulan y, como camarera, no puedo dejar de traerles más. Solo hay una cosa que puedo hacer para ayudar y asegurarme de que no arruinen mis consejos: seguir sus órdenes. Si la tripulación quiere ver mis pezones, les mostraré lo alegres y suaves que son mis tetas. Si quieren que me siente en el mostrador y abra las piernas, les dejaré ver lo mojado que está mi coño. Y si todos quieren follarme, dejaré que me metan sus pollas una a una mientras miro hacia las puertas, asegurándome de que no nos atrapen mientras todos me golpean. Sabía que trabajar en una cocina podía ser desordenado, pero nunca pensé que se refirieran a este tipo de desorden.
¿Por qué nadie me dijo que mi último año iba a ser tan difícil? Echo de menos los viejos tiempos en los que podía jugar y divertirme. Estaba tan cerca de uno de mis muñecos que mis padres tuvieron que llevársela. Ahora que soy mayor, supongo que podré volver a jugar con él. Tal vez incluso quitarle la camisita para revelar sus abdominales perfectamente definidos. Si me siento demasiado cachonda, incluso podría meter su cara dentro de mi coño y fingir que lo está lamiendo. Si realmente trato de imaginarlo, incluso podría convertirse en verdad. Todo lo que sé es que si él cobra vida, necesitaría pruebas para saber que todo es real. Podría hacer que me chupe las tetas o me lleve boca abajo para que pueda lamer mi coño mientras chupo su polla dura y humana. ¿No sería un sueño hecho realidad?
Estaba repasando la lista de candidatos y los dos me llamaron la atención... No es fácil encontrar una buena niñera, pero tanto Selina como Bunny tenían excelentes referencias y eran muy lindas. Así que decidí divertirme un poco: los reservé juntos para ver qué pasaría si tenían que competir por el trabajo, y he aquí que no solo trabajaron muy duro para impresionarme, sino que ambos estaban usando... bueno, otras tácticas para tratar de convencerme. Tan pronto como vi hasta dónde estaban dispuestos a llegar, les di la máxima competencia: quien me haga correrme primero, se queda con el trabajo.
Amo a mi suegra, siempre me está dando todo tipo de ideas para hacer feliz a su hijastro. Este año, por ejemplo, fui a visitarlos para Halloween y, como Gi Joey aún no estaba en casa, tuvo la amabilidad de prestarme un disfraz de gatita tan guarro que su hijastro no lo olvidará en años. Incluso se vistió con un atuendo a juego y me preparó tocándome el coño mientras me ayudaba a vestirme. Gi Joey debería estar preparada para dos gatitas muy cachondas, desesperadas por un poco de leche.
Bunny Fae has a trainer stop by but Bunny is more interested in checking out his body rather than working hers out. She convinces him to take off his shirt and she begins to feel him up. Her hand starts to slide down his pants. The customer is always right, so of course her trainer gave her that D that she wanted.
We were just riding in the bus when we came across Bunny, a cute and hot girl on her way home. I offered her some cash to just chat with us. At first she's a little worried as she didn't know us. But, with a few laughs and some cash, she loosens up. We tell her we have a young guy in the back who isn't too experienced and that we would offer a lot of cash for her panties. Seeing that we are all cool, she agrees, takes the cash and gets inside the bus. Once inside she shows off her amazing body and gets banged by Jodie Johnson and then cummed all over her pretty face.