Cleo Bardot se siente muy cohibida después de su visita al ortodoncista. No solo le ha dado aparatos, sino que también le ha hecho llevar un gran arnés en la cabeza. Dice que es para mantener la escoliosis bajo control, pero Cleo está bastante segura de que solo la está engañando para poder cobrarle más a la compañía de seguros. ¡Ella lo odia! Llama a su novio, Tyler, y le dice que no puede salir con él esta noche. Él le dice que está siendo ridícula y va a su casa de todos modos. Cuando ella abre la puerta, él lucha por mantener la expresión de repulsión fuera de su rostro. Allí está ella, su novia sexy, luciendo como si se hubiera quedado con la cabeza atrapada en una trampa para osos. Para colmo de males, Cleo eligió aparatos verdes. ¿Quizás pensó que complementarían el rojo brillante de la correa de la barbilla y el casco? Ella continúa quejándose con un Tyler de aspecto muy inseguro de que su boca siempre está seca ahora que tiene aparatos. Ella va a buscar un poco de agua sin ofrecerle nada en absoluto. Inexplicablemente, decide beber del grifo de la cocina como un perro en el jardín trasero. O al menos lo intenta. Desafiando toda razón, Cleo se queda con el culo atascado en el fregadero, con el grifo encajado firmemente en el artilugio metálico que le envuelve la cara. Tyler se acerca para ayudarla, intentando liberarla por detrás. Con su culo apretado contra él, su polla se pone dura como una piedra. Resulta que el casco no es tan horrible si no lo miras directamente. Cleo le pide a Tyler que la folle y él responde poniéndose de rodillas y comiéndole el coño, preparándolo para su polla. Mientras la folla por detrás, empuja tan fuerte que el casco sale volando de Cleo. Pero sabemos lo que estás pensando, amable espectador, pero no te preocupes, perdió el casco, pero todavía tiene sus aparatos.